Fue un rico partido. Álvaro Ampuero marcó un golazo para Universitario y Juan Carlos Mariño lo empató para Cristal con un penal de último minuto. El encuentro dio muchos temas para escribir, pero las faltas que el árbitro Iván Chang no cobró, las tarjetas que no sacó, fueron como el picante que todo buen partido necesita.
La repetición televisiva y el análisis con lupa tendrán la última palabra. También los los artículos y las repeticiones infinitas a lo largo de la semana. Ojalá todo ello disminuya y se nos permita disfrutar el intenso sabor del fútbol y sus goles.
Ampuero anotó el primero para los cremas. Fue una jugadaza que comenzó en el borde del área celeste. El volante robó una pelota, dejó atrás a un defensa y remató al palo de Erick Delgado.
El de Mariño tuvo un sabor más dulce, al menos para el paladar del hincha celeste. En una semana donde se habló tanto del penal que Claudio Pizarro ante Argentina, el ‘Burrito’ dio una lección de cómo definir desde los doce pasos. Pese a la presión, el volante aplicó la paradinha, mandó al arquero para un lado y a la pelota para otro.
“Fue un bonito partido”, dijo Nolberto Solano, técnico crema. Es cierto, porque los partidos bonitos no solo se cocinan a fuego lento, también se sazonan con un poco de polémica y se aderezan con buenos goles. Hoy tuvimos todo eso, por eso nos vamos satisfechos.
Publicar un comentario